Provincia de Zaragoza
Su privilegiada situación le ha permitido ver brillar múltiples culturas a lo largo de la historia
Entre las sierras y el valle, la provincia de Zaragoza se articula sobre su eje vertebrador: el río Ebro. El mismo que vio pasar diferentes culturas que dejaron una huella indeleble en sus monumentos. Las sucesivas civilizaciones han marcado el carácter de sus habitantes, amables, entrañables y de temperamiento abierto.
Zaragoza, ciudad milenaria
Más de 2000 años de historia avalan a la capital de Aragón como destino turístico de primer orden. La basílica del Pilar, La Seo y el palacio de la Aljafería son los tres imprescindibles en tu visita a la ciudad. Recorre los vestigios de la antigua ciudad romana a través de la Ruta de los museos de Caesaragusta y contempla la obra de Goya en el Pilar, en el Museo de Zaragoza, en el Museo Goya y en el Alma Mater Museum.
Conoce también la obra ilustres escultores aragoneses en el Museo Pablo Gargallo y el el Museo Pablo Serrano.
Si lo que te apetece es respirar aire puro y disfrutar de la naturaleza, puedes hacerlo en dos magníficas zonas verdes de la ciudad, el Parque del Agua 'Luis Buñuel', situado en el Recinto Expo, y el Parque José Antonio Labordeta. Zaragoza alberga más sorpresas para disfrutar en familia, como el Acuario Fluvial, el Museo de Origami, el único dedicado a la papiroflexia en toda Europa, y el Museo del Fuego y los Bomberos.
Te recomendamos también dos visitas muy especiales: la del Palacio de la Real Maestranza de Caballería, donde conocerás un típico palacio renacentista aragonés del siglo XVI, y el Museo de los Faroles y el Rosario de Cristal. En el Paraninfo Universitario está el Museo de Ciencias Naturales, que alberga interesantísimas colecciones de paleontología, fósiles e insectos.
Situado junto al Ebro y muy cerca de La Seo y del Pilar, encontramos el Monasterio Canonesas del Santo Sepulcro, un cenobio medieval, remanso de paz en el centro histórico de Zaragoza y habitado por las canonesas desde hace más de 700 años.
Cinco Villas, Tarazona y el entorno del Moncayo
En tierras de las Cinco Villas tienes una cita con la historia. Pueblos como Sos del Rey Católico o Uncastillo te trasladarán a la Edad Media. No hay que olvidar que estas tierras fueron frontera entre cristianos y musulmanes, y posteriormente entre reinos cristianos.
Tarazona y el Monasterio de Veruela son visita obligada en esta tierra de leyendas y riqueza monumental incomparable. Te sorprenderá el Parque Natural del Moncayo, coronado por su mítico monte, venerado desde antaño. No te pierdas Trasmoz, con su magnífico castillo y sus leyendas de brujas, Borja, con su judería y sus calles jalonadas de casonas, conventos, templos y palacios renacentistas, o el histórico palacio de los Condes de Bureta.
Sumérgete en el mundo del vino y visita alguna de las bodegas de la Ruta de la Garnacha. Algo más al sur, te quedarás fascinado ante la imponente silueta del palacio del Papa Luna de Illueca y la grandiosidad del castillo de Mesones de Isuela. No dejes de recorrer los hermosos valles de los ríos Isuela, Aranda y Manubles.
Monasterio de Piedra y Calatayud
Fruto de su milenaria historia, Calatayud muestra orgullosa su patrimonio monumental. El mudéjar alcanza en estas tierras su máxima expresión, y no solo en la capital bilbilitana, prácticamente en todos los pueblos de la zona pueden presumir de preciosas iglesias mudéjares, como las Tobed, Cervera de la Cañada y Torralba de Ribota.
Las sierras ibéricas tienen como protagonistas el agua y la roca, que se combinan creando caprichosas esculturas, valles y barrancos. Recorre el espectacular paraje del monasterio de Piedra o encuentra el reposo en cualquiera de los seis Balnearios de la zona, situados en Jaraba, Alhama de Aragón y Paracuellos de Jiloca. No te pierdas los cañones del río Mesa, las hoces del río Piedra o las gruta de las Maravillas de Ibdes. Esta también es tierra de vinos y viñedos, no dejes de visitar los establecimientos de la Ruta del Vino de Calatayud.
Daroca, Cariñena, Belchite y Fuendetodos
A una hora de Zaragoza te esperan la ciudad medieval de Daroca y la laguna de Gallocanta, un auténtico paraíso para los amantes de la ornitología. A pocos kilómetros, no dejes de visitar Anento, una pequeña y encantadora villa que forma parte del selecto club de 'los pueblos más bonitos de España'.
Recorre la Ruta del Vino de Cariñena, visita una de sus bodegas, conoce de primera mano la tradición alfarera de Muel o contempla las bellas torres mudéjares que lucen la mayoría de sus pueblos. En torno al río Jalón encontrarás la comarca de Valdejalón, una tierra de fértiles huertas salpicada de pequeños pueblos con magníficos ejemplos de arte mudéjar. Visita el espacio natural de los Ojos del Pontil, un humedal plagado de manantiales ideal para disfrutar de un recorrido senderista en familia.
Fuendetodos es el pueblo que vio nacer al genial pintor Francisco de Goya. Aquí podrás conocer su Casa Natal y el Museo del Grabado, donde se exponen las cuatro series más importantes del artista aragonés. Muy cerca, podrás visitar las ruinas del pueblo viejo de Belchite y algo más al sur, hay una zona profundamente marcada por su pasado minero.
Ribera Baja del Ebro y Mar de Aragón
En Sástago, junto al río Ebro, se levanta el soberbio Monasterio de Rueda, una de las joyas del císter en Aragón. De la riqueza y atractivo de estas tierras ya se dieron cuenta los romanos, que construyeron aquí la primera ciudad del valle del Ebro: la Colonia Celsa, en Velilla de Ebro. Mar de Aragón es el nombre con el que se conoce popularmente al grandioso conjunto que forman los embalses de Caspe y Mequinenza, un escenario ideal para la pesca y los deportes náuticos. En Fayón, además de disfrutar de las posibilidades de ocio que te ofrece el embalse, podrás visitar un interesante museo sobre el histórico episodio de la Batalla del Ebro. En el cercano pueblo de Fabara desescubrirás un mausoleo romano del siglo II d.C.
Te proponemos también dos formas de disfrutar del bonito paisaje de ribera que ofrece estas tierras: recorrer a pie una parte del Camino Jacobeo del Ebro o realizar en coche la Ruta de los miradores del Ebro.