Maestrazgo

Empezamos con Mirambel, declarado Premio Europa Nostra de restauración. Cuando te adentres en el recinto amurallado a través del Portal de las Monjas (no pierdas detalle de sus celosías) sentirás estar en otra época. Callejea por su casco histórico y fíjate bien en el Ayuntamiento, un monumental edificio que alberga una cárcel gótica.

 

Cantavieja se alza en lo alto de un escarpado peñón. Su casco histórico, también declarado Bien de Interés Cultural, posee uno de los conjuntos monumentales más completos del gótico aragonés. 

 

La siguiente parada es La Iglesuela del Cid. Te sorprenderá la belleza de los numerosos palacios y casonas renacentistas que verás por cada rincón. Atravesando un espléndido arco ojival accederás a la Plaza Mayor, con el Ayuntamiento y la Casa Matutano Daudén, actualmente establecimiento hotelero de cuatro estrellas perteneciente a la Red de Hospederías de Aragón.

 

Pero el Maestrazgo es también un territorio donde la naturaleza está dispuesta a asombrarte cuando menos te lo esperes a través de hermosos enclaves como el Monumento Natural del Nacimiento del río Pitarque, los Órganos de Montoro y el estrecho de Valloré, cerca de Villarluengo.

 

Y para reponer fuerzas, qué mejor que un trozo del rico queso de Tronchón, probablemente, el más emblemático del universo alimentario aragonés.

 

Seguimos en Castellote, donde encontrarás una de las subsedes de Territorio Dinópolis, Bosque Pétreo, te remontarás 125 millones de años para conocer cómo dinosaurios y mamíferos convivían en esta localidad. 

 

Muy cerca se sitúa el Monumento Natural del Puente de Fonseca, de singular belleza.

 

Finalizamos nuestra ruta por el Maestrazgo turolense en Molinos, donde tendrás que adentrarte bajo tierra para descubrir una auténtica maravilla de la naturaleza: las Grutas de Cristal.