Oseja

La primera huella humana aparece en Peña La Muela, donde hay un interesante poblado celtíbero del siglo IV a.C., primera Edad de Hierro. Este se sitúa en un cerro elevado por razones de prestigio, control y defensa, próximo a las rutas comerciales y a las zonas de explotación económica.

El emplazamiento y nombre actual de la localidad es de origen bereber, de la tribu de los Awsaya o Awsara. Oseja perteneció a la Orden del Santo Sepulcro de Calatayud desde 1345. A partir de 1401 pasó al Obispado de Tarazona.

En el siglo XIV fue construido el Castillo en la parte más alta del pueblo. Una vez que abandonó su función defensiva, albergó un hospital para pobres y enfermos. En la actualidad, el torreón es una vivienda particular. Junto a él destaca la iglesia parroquial barroca de Santa María Magdalena.

Además, en la ladera del monte, junto al camino de la fuente, numerosas bodegas exhiben sus lumbreras en forma de cúpula y recuerdan la tradición vinícola del lugar, muy arraigada en la localidad.

El Museo de la Agricultura Tradicional de Oseja, situado a escasos metros del Ayuntamiento, da cuenta del papel de hombres y mujeres en el entorno de una sociedad campesina.

Junto a la Fuente de los tres caños, existe un asador y un rico paisaje donde abundan buitreras.