Mar de Aragón-Caspe-Mequinenza

A un paso de aquí se levanta la villa de Caspe. Su Colegiata de Santa María la Mayor se encuentra en la zona más elevada y forma parte de una magnífica acrópolis, junto con los restos del medieval Castillo del Compromiso. Callejea todo lo que puedas y no te pierdas la plaza de España con el ayuntamiento ni la fortaleza de la Torre de Salamanca.

 

Durante tu visita a la localidad, merece la pena que hagas un alto en el camino para disfrutar de las hermosas vistas que ofrece el Mar de Aragón, originado por la construcción en el Ebro de la presa de Mequinenza. Con 500 kilómetros de costa interior, este es uno de los mejores paraísos de Europa para la pesca y los deportes náuticos, de ahí que Caspe cuente con una buena infraestructura turística.

 

Al otro extremo del Mar de Aragón se sitúa Mequinenza, escenario de todo tipo de actividades náuticas, e incluso de remo olímpico. Dominando el casco urbano se alza su castillo, uno de los más grandiosos del gótico en Aragón. 

 

Muy cerca, las aguas del embalse de Ribarroja bañan el nuevo Fayón. Además de disfrutar de las posibilidades de ocio que te ofrece el embalse, en Fayón podrás visitar un interesante museo sobre el episodio histórico de la Batalla del Ebro.

 

Y un poco más al sur, en el cercano pueblo de Fabara descubrirás su mausoleo romano, del siglo II d.C., muy bien conservado.

 

Pero, sin duda, la mejor manera de conocer estos espacios y disfrutar de sus bellos paisajes es haciéndolo a pie o en bicicleta. El Camino Natural del Ebro (GR 99) discurre paralelo al Ebro. Otra opción es hacer en BTT la ruta de Fayón y el Embalse de Ribarroja. Y si lo que quieres es ver aves acuáticas, como cormoranes o garcetas, es perfecto el sendero que va desde la presa de Mequinenza a Vessecrí.