Gelsa

La impronta que dejaron los musulmanes en Gelsa se aprecia especialmente en su barrio morisco, con casas anchas en calles estrechas y aleros salientes.

Uno de los edificios más interesantes de la localidad es su iglesia parroquial de San Pedro Mártir de Verona, construida en el siglo XVII. En su interior, se expone la reliquia de la Santa Espina que, según la leyenda, procede de la corona de espinas que llevó Jesús de Nazaret.

Otras construcciones significativas son la ermita de Nuestra Señora del Buen Suceso, patrona de la villa; la casa consistorial, antiguo casino; y la casa palacio de la familia Funes, fehada en el siglo XV.

A pocos kilómetros se encuentran los restos de la antigua Celsa (Velilla de Ebro) y la capital de la comarca, Quinto, con su joya mudéjar.

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