Garganta de Escuaín

Es uno de los valles más desconocidos del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, aunque no por ello menos bello. Se accede a él desde las bellas localidades pirenaicas de Tella, Escuaín y Revilla.

Se asienta sobre un terreno calizo agujereado como una esponja, repleto de simas y sumideros por los que se filtra el agua para formar espectaculares surgencias.

El valle alberga una riqueza faunística de excepción, entre la que sobresale el quebrantahuesos. Escuaín es una auténtica delicia para los aficionados a la ornitología, se trata sin duda, de uno de los mejores lugares para la observación de esta ave tan característica de los Pirineos.

La naturaleza salvaje de la garganta de Escuaín encierra múltiples sorpresas. Una de las rutas que te permitirá conocer más a fondo este bello espacio del Parque Nacional es el sendero de los miradores de Revilla. Es un itinerario sencillo y muy recomendable para hacer en familia en el que disfrutarás de unas vistas extraordinarias de la garganta, el barranco de Angonés y los más evocadores paisajes del río Yaga. Otra opción desde Revilla es recorrer, en tres horas de caminata, la senda que te lleva hasta el refugio de Foratarruego.

Desde la aldea de Escuaín puedes hacer la excursión a La Valle y el Puente de los Mallos, una sencilla ruta entre bosques, antiguos campos de cultivo y viejas mallatas de pastor. En la Valle se llega a un pequeño observatorio de aves abierto al público.

En el Centro de Visitantes de Tella y en el Punto de información de Escuaín te informarán sobre éstas y muchas otras rutas de senderismo por el sector de Escuaín adecuadas a tu nivel de dificultad.

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