Zaragoza
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El tema escogido para decorar la bóveda del Coreto, situada frente a la Santa Capilla, fue La Adoración del Nombre de Dios. Por medio de nubes en diferentes planos, Goya crea la sensación de profundidad necesaria para dirigir la vista del espectador hacia el simbólico triángulo.
La decoración de dos bóvedas en la basílica del Pilar fue el encargo más importante que Goya recibió en Zaragoza.
El tema escogido para decorar la bóveda del Coreto, situada frente a la Santa Capilla, fue La Adoración del Nombre de Dios. Por medio de nubes en diferentes planos, Goya crea la sensación de profundidad necesaria para dirigir la vista del espectador hacia el simbólico triángulo.
Años más tarde, Goya pintaría la cúpula que hoy se conoce como Regina Martyrum. Era la primera vez que el aragonés se enfrentaba a una superficie semiésferica y, una vez más, lo resolvió magistralmente. De hecho, esta cúpula se considera una de sus mejores obras. En ella se muestra a la Virgen María entre nubes, rodeada de ángeles. Bajo ella se agrupan los Santos Mártires eclesiásticos aragoneses y, en un segundo plano, los mártires del pueblo, de la milicia y de la infancia, representada por Santo Dominguito de Val. En las cuatro pechinas, igualmente interesantes, Goya representa a las cuatro Virtudes: la Fortaleza, la Paciencia, la Caridad y la hermosa figura de la Fe en tonos blancos.
Foto: Agustín Martínez
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