Adahuesca

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En Adahuesca encontrarás uno de los cascos urbanos más hermosos del Somontano. Te encantarán algunas casas solariegas, como Casa Loscertales o Casa Molina. Te sorprenderá su iglesia, sobria, elegante y de proporciones esbeltas. Está consagrada a San Pedro y se construyó en el siglo XVIII en estilo barroco clasicista.

En Adahuesca encontrarás uno de los cascos urbanos más hermosos del Somontano. Te encantarán algunas casas solariegas, como Casa Loscertales o Casa Molina.

Te sorprenderá su iglesia, sobria, elegante y de proporciones esbeltas. Está consagrada a San Pedro y se construyó en el siglo XVIII en estilo barroco clasicista.

No dejes de visitar la ermita de Nuestra Señora del Treviño, declarada Monumento Histórico Artístico. Es el único resto conservado de un antiguo monasterio. De una nave y cabecera poligonal, la construcción románica (siglo XIII) se amplió en el siglo XVI con dos capillas laterales. El interior se adornó con pinturas de estilo gótico lineal, que representan la aparición de Jesús resucitado a María Magdalena.

Del camino al Treviño parte un desvío que nos conduce al pozo-fuente. Cerca se encuentra la fuente, con su abrevadero y lavadero.

Desde el recinto amurallado medieval situado en frente de la Sierra de Guara podrás contemplar una magnífica vista de la Sierra de Sevil, en la existió la aldea de Las Casas, lugar que abandonaron dos abuelas como consecuencia del azote de la peste.

Te cautivará el Centro de Interpretación de Leyendas y Tradiciones del Somontano, situado precisamente en ese recinto. Las legendarias abuelas de Sevil te sumergerán en un mundo mágico de leyendas, mitos, tradiciones, creencias, santos, hadas, brujas, devociones y milagros. Algunas de ellas son de gran interés etnográfico.

El mirador que se halla junto al Centro te ofrece el imponente espectáculo de la Sierra de Guara, allí donde se han tejido y se tejen las maravillosas historias que se cuentan en el Centro de Interpretación.

No te vallas de Adahuesca sin probar las «culebretas de Adahuesca» o los «dineretes de Sevil”, dos ejemplos de su deliciosa gastronomía.

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